domingo, 27 de noviembre de 2016

NOTACIÓN MUSICAL DEL RENACIMIENTO

Hasta el siglo XV se vino utilizando la notación del Ars Nova con algunas modificaciones, pero en el Renacimiento se añadieron elementos nuevos.

   

Las composiciones en ésta época estaban escritas en particellas (partituras con el contenido de una única voz, interpretada bien por un solista o por un grupo de personas que tocan/cantan lo mismo).

Como en la notación del Ars Nova:
  • Cada breve (una cuadrada) equivalía a dos/tres semibreves (redonda). Traducido a los valores de hoy en día, es igual que una negra, que puede equivaler a dos o tres corcheas (tresillo).
  • Igualmente de la mínima (una blanca) se pueden obtener de dos o tres valores más cortos de cada semibreve. Estas permutaciones son llamadas "tempus perfectus/imperferctus" según la relación breve-semibreve y "prolación perfecta/imperfecta" según la relación semibreve-mínima.
La relación tres-uno se llama "perfecta" y a la dos-uno "imperfecta".

Valores de nota desde la breve breve hasta la fusa y sus correspondientes silencios.
Había dos figuras adicionales mayores, longa y maxima.


Si las figuras se encontraban aisladas, había reglas para reducir a la mitad o doblar su valor ("imperfeccionaban" o "alteraban, respectivamente). 

La notación mesural blanca resultó de la popularización del uso del papel, sustituyendo al pergamino, y al ser más débil no permitía que la pluma rellenara las notas, al contrario que la anterior notación escrita en pergamino (la notación negra). 

Más tarde sí que se rellenarían las notas, pero para indicar imperfecciones o alteraciones, por ejemplo. Las figuras que tenían la cabeza negra eran menos habituales: la cabeza de una mínima se rellenaba para generar una semimínima y al añadir uno o dos indicadores, se producía la fusa y la semifusa.

Resultado de imagen de notación mensural
Notación mensural del sXV
Resultado de imagen de notación mensural
Notación mensural anterior al sXV

El uso de las claves se regulariza en esta época (a pesar de que se llevaban usando desde el siglo XII) para que el ámbito de lectura no se saliera demasiado del pentagrama.

En el siglo XVII se añade la barra de compás.

También aparecen las tablaturas en esta época, bien para cuerda pulsada (laúd, tiorba) o de teclado (órgano) y había diferentes: alemana, española, italiana, inglesa, y francesa.

Es ya a finales del siglo XVI cuando la forma de estas notas, romboidal, se transforma en las cabezas redondas de hoy en día.

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